jueves, 2 de febrero de 2012
Mitos del vino
La lista de mitos asociados con el vino es casi tan larga como su historia. Aquí presentamos algunos de los más comunes.
Se debe abrir la botella de vino media hora antes de servirlo.
Aunque es cierto que muchos vinos se benefician del contacto con el oxígeno, en realidad, abrir una botella anticipadamente no sirve. ¿Por qué? Mira la botella. Mira el cuello. La cantidad de vino que tiene contacto con el aire es mínimo. El vino interactúa con el aire mucho más una vez que está en la copa. Si quieres, puedes decantarlo unos minutos antes de servirlo. Para ello trasvasíjalo a un decantador, un jarro especial para este fin.
Mientras más viejo mejor.
Primero que nada, tenemos que separar los tintos de los blancos. En el caso de estos últimos, podríamos decir lo contrario: mientras más joven mejor. Son elaborados para consumirlos jóvenes, cuando están frescos y aromáticos.
La creencia tiene raíces francesas y se refiere a los vinos tintos. Las frías condiciones climáticas en el país galo producen vinos tintos ácidos y ásperos que requieren años en la botella para suavizarse. En Chile, sin embargo, el clima permite que las uvas lleguen a la bodega bien maduras, lo que resulta en vinos suaves, frutosos, ligeramente dulces y con poca acidez.
La presencia de "piernas" (o lágrimas) indica que se trata de un buen vino.
Gira una copa de vino tinto y levántala a la vista. Verás líneas de vino goteando hacia abajo. Cuando son gruesas y bajan muy lentamente son impresionantes y nos cuentan algo de su viscosidad y grado alcohólico, pero en rigor no tienen relación con la calidad.
El vino tinto se sirve a "temperatura ambiente".
El problema con este concepto es definir cuál es la "temperatura ambiente". La temperatura perfecta para la mayoría de los tintos es de 16-18°C, al llegar a los 20°C, el vino pierde sus cualidades refrescantes, y al pasar los 24°C comienza a descomponerse.
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